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El proceso de la culpa
















Todo comienza con las creencias que poseemos como verdades desde pequeños de lo que es correcto e incorrecto, bien o mal, etc. Estas son adquiridas por la familia, religión, contexto, etc.

Sin embargo, no existe una ley que nos diga que lo que nos han enseñado e inculcado durante toda nuestra vida sea realmente como lo dicen, "correcto o incorrecto". Cuestionarlo todo es algo natural, pues lo que lo que le funcionó a otros en otros tiempos es muy probable que el día de hoy ya no.

Estos parámetros son impuestos como trampa paralizantes para modificar una conducta o una actitud que no es agradable al otro. Cuando se dice que algo es "correcto" (hablando de proceder) es casi casi afirmar que no hay otro camino para llegar a donde se quiere llegar, sin embargo hoy sabemos que a una situación se le puede "ver mas cuadros" que podemos tener opciones que nos lleven quizás al mismo lugar pero por un camino distinto.

Hoy reconocemos que cada persona puede tener diferentes versiones y experiencias de una misma película. Reconocemos que cada persona posee cualidades, habilidades y necesidades distintas.

Con la idea de lo "correcto e incorrecto" salen a relucir los "tengo que…" (tema que ya tratamos en otro artículo en nuestras redes sociales, visítanos y déjanos tu like).

-Tengo que…ser el mejor

-Tengo que…superar esto

-Tengo que… ver por todos

-Tengo que tomar la mejor opción

Y con ellos la indecisión. .

La indecisión desencadena pensamientos de siempre querer hacerlo todo y bien. Entonces la indecisión es el miedo a equivocarse, hacer las cosas "mal", por lo tanto volvemos a paralizarnos, para retraerse y cambiar de rumbo por algo más a la "segura".

Cuando la decisión es tomada a través de los ojos y experiencias del otro, además de la sensación de inexperiencia y "limitaciones" que creemos o nos hacen creer que tenemos, se revelan las frustraciones o sentimientos de fracaso.

Entonces entramos en la fase final, el reproche, lo negativo. El reproche puede ser propio o social, familia, amigos, y entonces, la culpa.

En síntesis, la culpa, es una estrategia social, donde, a través del miedo, paraliza y modifica una conducta que va en contra de otros o que afecta de alguna manera a otros.

Aquellos quienes inyectan esta inseguridad disfrazada de culpa, suelen hacerlo también por miedo.

-Miedo al cambio

-Miedo a la soledad

-Miedo a lo nuevo

Cómo cambiar estos patrones de conducta?

Tu eres el generador de esa culpa, eso es importante que lo sepas.

Todos tenemos una voz que nos dice, "puedes", "no puedes", todos tenemos a ese alguien que dice o hace algo por su propia inseguridad, reaccionando a algo que hiciste o dijiste. En automático se hace presente el sentimiento de culpa.

Vamos a poner un ejemplo:

Te ofrecen un trabajo fuera de tu lugar de residencia actual, Comienzas a ver los pros y contras, a ver el lado positivo, etc. y cuando cuentas la buena nueva, surgen esas voces.

Mamá: a que te vas?, aquí tienes todo, esto es seguro (miedo al cambio)

Amigos: pues yo estuve unos meses ahí, es aburrido, gente rara o lugar feo, etc. (perspectiva de otros)

Escenario 1. Decides quedarte y entonces siempre piensas en él hubiera, te frustras, te enojas y te culpas.

Escenario 2. Decides irte y en un principio, te encanta y está muy contento, y no falta quien en una llamada, te diga que te extraña mucho que no te hubieras ido y hasta ahí llegó la felicidad. Comienzas a verle lo feo, lo solitario y te culpas.

Escenario 3. Te vas, no extrañas, estas muy bien, pero cada que llaman, no pierden la oportunidad de hacerte ver que fue un error, y entonces te sientes mal por estar tan bien y no extrañar y te culpas.

Te fijas?, todos los escenarios tienen el mismo final. Viéndolo así, qué harías?

  1. No contar nada hasta que yo esté seguro, si no estoy seguro porque es una decisión muy fuerte, hacer un análisis de pros y contras, imaginarme en una o en otra opción y ver con cual me emocionó más, etc.

  2. No permites que la opinión y sentimientos de otros transformen tu experiencia, porque sabes que también tienes derecho de experimentar desde una visión muy propia y de formar tus propias ideas.

  3. Defiendes tus decisiones y no te haces responsable de las inseguridades de otros.

Recordar que soy responsable de lo que emito pero no de lo que interpretan y viceversa. Que yo decido cómo sentirme al respecto y si me afecta o no.

Que equivocarse está bien y que me deja un aprendizaje, que no es un fracaso, es una nueva oportunidad de hacerlo diferente.

Pero sobre todo que la culpa se hizo para detener, para paralizar y que yo quiero y tengo derecho a avanzar.

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